Atentado contra Maduro : análisis y testimonios
- 05 Sep 2018
El francés Jean Araud ha vivido en Caracas durante cuarenta años. Su testimonio y las entrevistas que realizó los días posteriores al ataque contra Maduro son, por lo tanto, un documento en bruto, valioso para comprender cuánto vale la información que tenemos aquí, su peso de propaganda realmente no objetiva. (MC)
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«Es hora de que los países del Sur hagan causa común para proteger sus liderazgos»
Vice ministro de Relaciones Exteriores para África en el período 2005-2017, el Profesor Reinaldo Bolívar es igualmente fundador y Presidente del Instituto de Investigaciones Estratégicas sobre África y su Diáspora.
Usted tiene una larga experiencia de las relaciones diplomáticas entre Venezuela y el mundo. Estos días vemos como numerosas naciones, frente a este atentado, han manifestado su solidaridad al Presidente Maduro. También hemos visto como algunas potencias, en particular Estados Unidos, sus aliados en América Latina y la Unión Europea mantienen una posición hostil frente a la Revolución Bolivariana. ¿En el ajedrez político internacional usted piensa que este atentado va a cambiar las relaciones internacionales?
Reinaldo Bolívar: El Presidente Nicolás Maduro, basado en la contundencia de las primeras pruebas que arroja la investigación en desarrollo ha denunciado que la organización del intento de su asesinato se realizó desde Bogotá (Colombia) y desde Miami (EEUU). La reacción de Colombia, tal vez por el cambio de gobierno (de Santos a Duque) ha sido más bien tímida y evasiva. Mientras que la de EEUU fue algo más diplomática, como se expresa en la reunión del Canciller de Venezuela con el encargado de Negocios de EEUU. En esa reunión, Venezuela reiteró la petición pública del Presidente Maduro a Washington de colaborar en la investigación al tenerse la certeza de que hay venezolanos residentes en Miami involucrados en la autoría intelectual del asesinato frustrado.
Considero que estas dos conductas van a orientar las reacciones sobre el acontecimiento, en especial en los gobiernos que siguen a la administración Trump en su política contra Venezuela, tales como el Grupo de Lima y la Unión Europea. Esto no significa cambios en la errada política de bloqueo económica y guerra diplomática contra la Revolución Bolivariana, pero si una revisión de los métodos irracionales que pretenden usar, como la violencia física, al verse descubiertos ante la opinión pública mundial.
El atentado contra el Presidente Maduro y el alto mando político, hablando en términos ajedrecísticos, pone en jaque a gobiernos enemigos de Venezuela, y les obliga a mover sus piezas menores para proteger su imagen de jueces y ductores de la política internacional. En el caso de los gobiernos más conscientes y respetuosos del derecho internacional como el Movimiento de Países No Alineados, y las organizaciones del Sur como la OPEP, la ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América), la Conferencia Islámica, los conmina a condenar estos actos desestabilizadores a riesgo de que puedan ser repetidos en sus países. No olvidemos, por ejemplo el reciente atentado que sufrió el actual presidente de Zimbabue. Los países del Sur deben hacer causa común para proteger sus instituciones y sus liderazgos, es la hora.
Usted posee un amplio conocimiento del Continente Africano donde se han producido numerosos atentados y asesinatos contra líderes y Presidentes, que la historia recuerda por haber sido muchas veces instigados o realizados de forma directa o encubierta por grandes potencias. El Presidente Maduro responsabilizo Bogotá y su Presidente Santos de este atentado con el apoyó de Washington. ¿Piensa que en el futuro grandes potencias persistirán en este método o que otras grandes potencias se opondrán firmemente?
Lamentablemente, la cobardía del asesinato de mandatarios y líderes persiste desde tiempos inmemoriales. En las cortes europeas se produjeron verdaderas matanzas de familias reales a lo largo de la historia por el acceso al poder político. Hermanos que asesinaban a sus propios hermanos o hasta a sus padres. O en el antiguo Egipto los asesinatos de faraones. En la India aún se llora el martirio de Gandhi en plena expresión de su liderazgo regional e influencia mundial.
El tema del atentado es recurrente. De ello no se ha escapado ni Estados Unidos que vio asesinar a Lincoln y Kennedy, quienes habían abrazado causas incomodas para las elites. O de líderes mundiales como Luther King y Malcolm X. Ni el Vaticano escapa a ello. Juan Pablo II estuvo a punto de perecer víctima del fanatismo inducido.
El Libertador Simón Bolívar sufrió varios atentados en el ejercicio del mando supremo, los más recordados fueron en Jamaica, en Guárico y en Bogotá. Venezuela perdió en Colombia al Segundo de Bolívar, el General Antonio José de Sucre, que había sido Presidente de Ecuador y estaba llamado a suceder al Libertador en la Presidencia de Colombia la Grande. En Nuestra América Fidel Castro narró las múltiples veces que intentaron matarlo, y si queremos una materialización tenemos la muerte del líder presidente de Granada Maurice Bishop.
En África las potencias imperiales decidieron acabar con el socialismo africano aniquilando al liderazgo, así murieron directa o indirectamente hombres como Amílcar Cabral, Thomas Sankara, Patrice Lumumba, Gamal Nasser, Agostinho Neto, Eduardo Mondlane, entre otros. Y más recientemente el asesinato público y aplaudido por la Canciller de Obama, de Muamar el Gadafi.
Muy cerca de África el envenenamiento de Yasser Arafat por el sionismo israelí; y el circo macabro montado por EEUU para acabar con la vida del líder iraquí Saddam Hussein, dan cuenta que este método de cruel y detestable injerencia no va a acabarse.
A ninguna nación civilizada del mundo conviene este tipo de barbarie. Pero evidentemente el método, como el de las guerras y bombardeos indiscriminados contra los pueblos forma parte del repertorio de acciones de las potencias que se creen las dueñas del mundo. No olvidemos las veces que han invocado que la solución final en Siria pasa por la muerte de su Presidente.
Ante ello, siempre queda la esperanza de la claridad del liderazgo actual tanto personal como partidista de países fuertes que han dado muestra de su racionalidad en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y en la contención del terrorismo en Siria, como Rusia y China.
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«El pueblo debe ser protagonista fundamental de este momento histórico»
Periodista con muy larga trayectoria en medios escritos y televisión, Néstor Francia es actualmente Diputado de la Asamblea Nacional Constituyente.
Hace un año, frente a sus reiterados fracasos en las urnas, la oposición radical venezolana mantenía el país a fuego y sangre para derrocar al Presidente. Al ser elegida por el pueblo la Asamblea Nacional Constituyente, la paz se restableció de un día para otro. Ahora, esta misma oposición radical opta por la vía de un atentado contra el Presidente. ¿Cómo debemos interpretarlo?
Néstor Francia: En este caso concreto, el análisis no es fácil. Hay datos fundamentales que se desconocen. No se sabe si este atentado es un hecho aislado o si es el inicio de una espiral de violencia terrorista, se desconoce el grado de organización real de sus actores y sus vinculaciones a lo interno con actores políticos específicos o con factores opositores dentro del mismo Estado o la Fuerza Armada. En principio parece una acción aislada, pero no podemos estar seguros de ello.
Por lo pronto solo podemos estar alerta y esperar a que las investigaciones arrojen nuevos elementos de juicio. Por otra parte, la oposición en general, y la radical en particular, están atomizadas y no es sencillo atribuirle la acción a uno de sus varios pedazos o saber si se trata de un grupo más o menos pintoresco como el que conformó el policía Oscar Pérez. (1)
Sin un solo disparo, la Asamblea Nacional Constituyente logró restablecer la paz frente a acciones como asesinatos, ataques a centros de salud y guarderías infantiles, destrucción de edificios públicos, quema de seres vivos, entre otros. ¿Como piensa que en el futuro la Asamblea actuará para evitar nuevos atentados si es que piensa que la oposición intentará nuevos atentados?
El terrorismo suele ser imprevisible. No necesita apoyo popular ni muchos efectivos para actuar, si cuenta con una mínima organización efectiva. Recursos no le faltarían, los dólares imperiales le llegarían directa o indirectamente. En ese sentido, no le veo mucha capacidad de maniobra a la Constituyente para evitar acciones terroristas.
El caso de las guarimbas (2) fue diferente, sus actuaciones eran públicas y notorias, y además estaban ya desgastadas y en camino de ser derrotadas, no habían logrado ninguno de los objetivos mínimos que se planteaban y el pueblo, incluido el pueblo opositor, les habían negado apoyo. La Constituyente remató la tarea que ya estaba hecha en lo fundamental.
Creo que ahora más bien se trata de la acción del Estado en su conjunto lo que hay que poner en juego, incluida la Constituyente, por supuesto, pero con un papel fundamental de los equipos de inteligencia y los cuerpos de seguridad del Estado. Y el pueblo en la calle continuamente, por supuesto, de diversas maneras. Creo que las tareas principales de la Constituyente en esta etapa son otras, como la redacción del nuevo texto constitucional que incluya la transformación profunda de las estructuras del Estado burgués que aun prevalecen y los cambios que realicen el real empoderamiento del pueblo para que no sea solo partícipe del momento histórico sino sobre todo protagonista fundamental del mismo.
Notas :
1. Pérez lideró en 2017 un robo de helicóptero de la policía para atacar la sede del Tribunal Supremo de Justicia. Descubierto su escondite por los servicios de inteligencia se resistió, resultando abatido en 2018.
2.Las guarimbas son un estilo de barricadas de calle muy violentas de la oposición venezolana que en 2014 y 2017 tuvieron un saldo de varias decenas de victimas entre la población civil y servicios del orden público.
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«El espíritu guerrero de nuestros ancestros de raíz caribe/africana no permitirá que lleven a cabo su objetivo»
Gerónimo Sánchez es conferencista, articulista, Fundador y Rector Emérito de la Universidad Argelia Laya de Higuerote, ciudad de la costa Este de Venezuela. Tiene un amplio conocimiento de los sectores rurales, pesqueros y de la emancipación de las mujeres en Venezuela, con significativos aportes en el tema de Afroepistemología y organización del movimiento afro descendiente. Es gracias y con el Presidente Hugo Chávez que el Profesor Sánchez transformó un Instituto Universitario Tecnológico en una Universidad para el pueblo. Actualmente académico del Centro de Estudios Africanos, Americanos y Caribeños, a nivel de postgrado y activista del programa Sur-Sur de política exterior propuesto por Hugo Chávez.
Muchos en Venezuela, incluyendo el Presidente, aseguraron que de haber tenido éxito este atentado, hoy Venezuela se encontraría en una situación fratricida entre el pueblo y parte de la oligarquía. ¿Comparte esta advertencia y como imagina lo que hoy se viviría en Venezuela? El atentado contra el Presidente se produjo un día sábado 4 y el mismo lunes 7 una multitud atravesó Caracas de Este a Oeste para ofrecer su solidaridad a Maduro. ¿Piensa que este mensaje del pueblo a la oposición venezolana extremista es suficiente o por el contrario predominaran las ambiciones de grandes potencias para instigar a esta oposición en persistir con otras acciones tan peligrosas?
Gerónimo Sánchez: Saludos a todos los seres sensatos de este planeta, incluyendo a los que todavía dudan o no comprenden de lo que son capaces los imperios en cualquier parte, con tal de robarse los recursos de otros y convertir en su patio trasero a todo el que pueda, como en el caso de América latina, rica en recursos naturales y ciudadanos brillantes y con la cual quieren salvar sus economías en declive.
Hábilmente, EEUU ha penetrado con su política neoliberal confundiendo a los pueblos, sigue montando paramilitares y violencia para confrontar países hermanos, anda montando bases militares en países lacayos, pero no ha logrado ni logrará vencer la rebeldía de estos pueblos herederos del espíritu y doctrina de nuestros grandes libertadores, de nuestros originarios ancestrales.
Venezuela ha sido punto de foco a vencer: estaban seguros de que asesinando a nuestro Comandante Eterno Hugo Chávez Frías, se acabaría el proyecto unitario de la Patria Grande Latinoamericana, nuestra Revolución Bolivariana y resulta que eso no es posible, si nuestro gran Libertador Simón Bolívar, está más vivo que nunca 200 años después de haber dejado su estado físico, nuestro amado comandante se sembró con profundas raíces, no sólo en América Latina, sino en África, en el Medio Oriente, en muchos países que aún le rinden honores a sus propuestas sobre la soberanía e independencia de los pueblos, que han asumido cada vez más el riesgo de confrontar y desenmascarar a los agresores imperialistas que pretenden mantener un mundo unipolar controlado por ellos, unidos en un bloque tan solo por la avaricia. Hay profundas contradicciones económicas entre la Unión Europea y EEUU junto a otras, sólo los une la avaricia y el descaro.
Por tanto es nuestro único camino tomar el riesgo de unirnos, confrontar y defendernos de ese monstruo imperial y con nuestros pueblos cada vez más conscientes y formados, darles una lección de humanidad. Es evidente que han instigado, conspirado, confundido, financiado y penetrado todo lo que han podido, pero lo que no pueden sacarnos es la siembra de nuestros libertadores, el espíritu guerrero de nuestros ancestros y la convicción de nuestra herencia Caribe/africana que no permitirá de ninguna manera, que lleven a cabo su objetivo. No lo han entendido, se trata de vencer o morir, no hay otro camino para nuestra amada y honorable patria Venezuela, en el caso de esta muestra reciente de agresión imperialista, con la complicidad de los traidores que deben ser juzgados con todo el peso de la Ley, mientras su peor castigo es hacerse contemplar arrastrándose para lamer la bota de los imperialistas. Compararlos con un reptil, es irrespetar al reino animal. Honor y gloria al pueblo Venezolano en resistencia en la defensa local y de la Patria Grande latinoamericana. Ellos no dejarán de atacarnos, nosotros cada vez más unidos, jamás nos rendiremos.
La mujer venezolana ganó de forma merecida el calificativo de “punta de lanza” de la Revolución Bolivariana. Por su condición de Fundador y Rector de una Universidad que se dedica a la formación y defensa de los derechos de las mujeres del pueblo, ¿cómo imagina que estas mujeres venezolanas han percibido este atentado?
Las mujeres venezolanas del pueblo llano, están hechas de una amalgama Caribe/Africana que no cabe en la comprensión de las oligarquías locales, ni en la disociación de aquellos que aspiran tontamente a vivir como burgueses, y que jamás comprenderán lo que llevamos en nuestras entrañas: la herencia libertaria, la lucha por ser libres y soberanos a cualquier costo.
En ese intento de asesinato contra el Jefe del Estado en grado de frustración, cabe destacar que un grupo de compatriotas entre ellos muchas mujeres, con inteligencia social, capturaron en una calle paralela a la Avenida Bolívar de Caracas, a los sicarios que estaban conduciendo los drones hacia el acto donde fue el atentado, hasta entregarlos a las autoridades. Eso da muestra de la unión cívico-militar de nuestro pueblo, y en especial, destaca el papel de nuestra mujer miliciana, aguerrida, que con o sin uniforme, sale a defender su país cuando el clarín de la patria llama sin ninguna duda, con arrojo asombroso y sin límite de edad, sorprende nuestras mujeres de tercera edad destacadas en la milicia y en el trabajo social en parroquias populares y en contingencias, poniendo lo que quede de vida al servicio de la patria.
Igual nuestro/as jóvenes, caracterizados por su nivel político, y donde quiera que vayan, en el éxodo provocado por las sanciones, el cerco y la guerra económica, en alto porcentaje están dejando ver la formación académica, la hidalguía, los valores ciudadanos, la alegría, el amor y el carisma de los y las venezolanas. Nuestras mujeres han percibido este atentado, como una afrenta más entre las muchas que les faltan por vencer, sin bajar la guardia y sobre todo sin bajarle la cabeza ni al imperialismo, ni a la oposición traidora y apátrida que cada día se hunde más en el estiércol de la traición. Honor a nuestras mujer venezolana, heredera de aguerridas cacicas y africanas, que jamás se resignaron a la condición de esclavizadas ni a perder sus valores religiosos y su condición de seres libres, representantes de tan vasta cultura milenaria y de la Eva Genética Africana, fundadora de la humanidad, con su ADN de madre de todos los seres humanos del planeta tierra, duélale a quien le duela…
¡Chávez Vive…la Patria sigue!
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“La Revolución campesina será televisada”
Periodista, francesa pero venezolana por adopción, Angèle Savino tiene una larga experiencia de convivencia con los pueblos de varios países de América Latina y en particular en ambientes rurales. Publica con frecuencia en Paris en el periódico L´Humanité.
Días antes del atentado contra el Presidente Maduro, una marcha campesina llegó a Caracas para expresar al Presidente su marca de solidaridad, al mismo tiempo que responsabilizar la oposición venezolana de las acciones que producen actualmente una verdadera guerra económica. ¿Cómo visualiza en el medio campesino el impacto de este atentado contra el Presidente?
Angèle Savino: Varios campesinos me comentaron que este atentado contra el Presidente Nicolás Maduro intentó opacar la marcha, luego del encuentro que tuvieron con él en el palacio de Miraflores, dos días antes del intento de asesinato. Podríamos titular esta entrevista, la “Revolución campesina será televisada”, puesto que tuvo un impacto mediático sin precedente, por su difusión en vivo en todos los canales de televisión.
Después del atentado entrevisté a Luis Contreras, un campesino llegando del Estado Bolívar. Detrás de este hombre elegante se leía el cartel, “Caracas insurgente”: “También soy militar, seria capaz de dirigir cualquier pelotón en caso de invasión, cualquier compañía de milicianos campesinos. Estaríamos a la vanguardia para defender nuestro presidente. Dios concede la victoria a la constancia, dijo Bolívar en 1814. Nosotros, los campesinos vamos a tener mucha constancia.”
74 campesinos salieron desde el Estado Portuguesa el 12 de julio, y llegaron mas de 400 a Caracas, después de tres semanas de caminata. Recorrieron 500 kilómetros a pie, juraron “ser como Chávez”, bajo el árbol el Samán de Güere, donde el Comandante eterno juró luchar contra la oligarquía en 1982, después de una masacre de campesinos en Cantaura. Juraron que no les iban a temblar el pulso para exigir justicia: mas de 312 campesinos fueron asesinados en 17 años de revolución.
La marcha campesina admirable llegó a Caracas, con un mensaje contundente: “Hay una guerra a muerte contra la revolución. La derecha maneja todos los escenarios para destruir la producción nacional, para generar un descontento a través de la escasez, para que el pueblo se subleve contra el presidente, me explica Alexander Alayo de un consejo campesino. Esta marcha fue para decirle que hay un pueblo dispuesto a defenderlo, que está resistiendo”.
La respuesta sangrienta de los latifundistas no se hizo esperar. Esa misma noche del 2 de agosto, tres campesinos fueron asesinados por los sicarios de un terrateniente, en el Estado Barinas, la tierra que vio nacer a Chávez. “Nos arrebataron 6 camaradas, desde que llegamos a Caracas”, me dice preocupado uno de los campesinos. Aun están esperando respuestas de la fiscalía, luego de haber entregado sus denuncias. Se reunieron también con el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente Diosdado Cabello y la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
Al final de la jornada compartida con los voceros de la Plataforma de Luchas Campesinas, entrevisté a Nieve Ríos, campesina de la zona Sur del Lago de Maracaibo. En esta zona fronteriza, donde los paramilitares matan con motosierra a los campesinos que resisten a
las amenazas de los terratenientes “Hago un llamado a todos los países de América latina donde se quiere silenciar a los campesinos. Aquí en Venezuela, no nos van a silenciar, ustedes tienen que unirse a nosotros. ”. “Resistir es producir”, podemos leer sobre la pancarta de un campesino durante la marcha. Neida Rodríguez, campesina del Estado Portuguesa, hace un llamado a sus hermanas de Caracas. “Cuando hablo de la mujer campesina, hablo de la mujer de la ciudad. Cuando nos levantamos nosotros tenemos que comer porque tenemos los alimentos que producimos. Pero, ¿como estaría aquella madre de la ciudad cuando su hijo le dice “mama, tengo hambre”? ¡No solo nosotras las mujeres campesinas tenemos el derecho de labrar la tierra, también ustedes mujeres venezolanas y latinoamericanas de la ciudad, únanse a nosotras!
La Unión Europea se mostró hostil a la elección de la Asamblea Nacional Constituyente en Venezuela y altos funcionarios franceses ofrecieron en Paris muestras de solidaridad a opositores extremistas venezolanos. Esto parece algo sorprendente por parte de un país que todavía celebra con fervor y orgullo nacional el ejemplo que dio al mundo en 1789 de una Revolución y una Asamblea Nacional Constituyente. Por su conocimiento del pueblo francés ¿piensa que las manipulaciones mediáticas tienen mayor influencia sobre el pueblo que las enseñanzas de la historia?
La historia, la escriben los vencedores. Eso dicen. ¿Entonces, por qué Simón Bolívar tiene su calle en una barriada popular de París? Saben los franceses que luego de la derrota de Napoleón III en la batalla de Puebla en México en 1862, la calle Puebla se convirtió en calle Simón Bolívar? Puebla era todo un pueblo alzado, ya no era una ciudad colonial. La Comuna de París, en 1871, era todo un pueblo alzado. Nunca me contaron la historia de la Comuna de Paris en la escuela. Sin embargo, la memoria colectiva de los comuneros vive en nosotros. Recuerdo la película de Peter Watkins la Comuna, donde se refleja la lucha entre los medios comunitarios en construcción, que podríamos llamar medios del poder constituyente, y los medios de la oligarquía, medios del poder constituido. Creo que existe un malestar del pueblo francés que se siente engañado por los medios de comunicación.
Realicé un reportaje muy corto sobre la lucha de los campesinos en la Comuna el Maizal en Venezuela, para la televisora francesa Le Media. Tuvo una buena recepción, pero también vi en los comentarios que el público sentía frustración, quería saber mas sobre la complejidad de la guerra económica en Venezuela. Creo que a pesar de que los medios de comunicación tratan de desinformarnos y embrutecernos, tenemos la capacidad de buscar la información alternativa cuando no llega a nosotros. Pero es necesario crear mas plataformas de solidaridad para que los documentales y reportajes sean traducidos y compartidos, en las redes sociales.
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«La solidaridad mundial con Venezuela permitirá contener cada vez más las pretensiones de intervención»
Comunicador Social, Alberto Aranguibel es investigador en medios de comunicación y electo por votación popular en 2017 como Constituyente. Es colaborador permanente de varios diarios, con artículos sobre la realidad política venezolana. Forma parte del Estado Mayor de la Comunicación designado por el presidente Nicolás Maduro.
Frente al atentado que presenciamos contra nuestro Presidente, público varios artículos en el ámbito nacional con sus análisis y con palabras claras. ¿Para nuestros lectores europeos alejados de nuestros contextos reales como piensa que podemos resumir lo que realmente paso aquí en Caracas este 4 de Agosto?
Alberto Aranguibel: Se produjo un brutal atentado contra el ciudadano Presidente de la República, contra todo el alto mando militar y las más altas autoridades del Estado presentes en el acto de conmemoración del 81 aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana, perpetrado por un grupo terrorista organizado, financiado y dirigido desde los Estados Unidos, con articulación de factores externos (particularmente colombianos) y dirigentes de partidos políticos de ultraderecha que no cuentan con respaldo ni siquiera medianamente significativo por parte de la sociedad, en virtud de lo cual han optado por la vía violenta para intentar hacerse del poder en Venezuela.
El hecho se planificó y se llevó a cabo completamente, sin ninguna otra intención posible que no fuera la de acabar con la vida del primer mandatario y de las altas autoridades ahí presentes, solo que, de acuerdo a las Leyes venezolanas y a nuestra Constitución, al no cumplirse con el propósito establecido, se considera “en grado de frustración”. No puede haber atenuantes en la calificación, porque la intención de los terroristas no tuvo atenuación en ningún momento. Fue la acción eficaz de los anillos de seguridad del presidente lo que impidió que se cumpliera cabalmente su perverso objetivo.
Por supuesto, una clara intencionalidad del acto terrorista perpetrado fue sin lugar a dudas la de provocar una gran conmoción mediática a nivel nacional e internacional, para reforzar la matriz de la supuesta “crisis política” por la cual estaría atravesando el país, lo cual es completamente falso. Pero que, además, se revirtió contra ellos mismos.
Venezuela ha enfrentado desde la llegada de la Revolución Bolivariana en 1999 una de las más feroces arremetidas que jamás haya sufrido país alguno por parte de los sectores neoliberales proimperialistas que han venido actuando insistentemente en contra de los Gobiernos legítimamente electos de Hugo Chávez y del ahora presidente Nicolás Maduro. Esa agresión alentó a grupos de ultraderecha en el país, que han generado a lo largo de los últimos 19 años situaciones de conflictividad política muy complejas y por momentos verdaderamente difíciles, como el golpe de Estado de 2002 y el paro petrolero del mismo año, que le causaron grandes pérdidas económicas al país, así como las acciones terroristas desatadas contra el pueblo en 2017.
El sabotaje a los servicios públicos, los atentados a la vida de personas inocentes, las incontables pérdidas materiales, causadas por la acción violenta de esos grupos fue una constante casi permanente hasta la elección en julio del año pasado de la Asamblea Nacional Constituyente que convocó el presidente de la República para que fuera el pueblo mismo quien le diera fin a ese fenómeno de la desestabilización promovida por esos grupos de la ultraderecha, cuyo objetivo siempre fue crear una imagen de país sumido en la violencia, a partir de la infamia creada por los medios de comunicación con los cuales se han confabulado en sus propósitos desestabilizadores, según la cual el presidente sería un dictador que no contaría con apoyo popular alguno. Matriz que buscaría justificar toda acción en su contra.
Con la elección de la Asamblea Nacional Constituyente el mundo entero pudo ver con sus propios ojos que todo ese discurso de la ultraderecha era completamente falso, porque el pueblo por millones salió masivamente a votar, incluyendo a cientos de miles de opositores que, aun siendo partidarios de la derecha, no acataron la orden de sus líderes de quedarse en sus casas para hacer fracasar el evento electoral de aquel 30 de julio de 2017, lo que dejó al descubierto que quienes no gozaban del más mínimo apoyo popular eran precisamente esos sectores.
De ahí en adelante, el país ha celebrado la superación de la llamada “crisis política”, prueba de lo cual es la realización de las tres más importantes elecciones a cargos de gobierno llevadas a cabo después de la de la Asamblea nacional Constituyente, como fueron las elecciones para elegir Gobernadores, Alcaldes y Presidente de la República, a las cuales el pueblo acudió masivamente y con el mayor civismo, sin ningún grado de incidentes o perturbaciones, en menos de 9 meses.
Venezuela tiene hoy grandes dificultades, es cierto, pero que no son ya de tipo político sino más bien de tipo económico, determinadas por la guerra económica que los Estados unidos le ha declarado a nuestro país, en virtud precisamente del fracaso de los sectores de la derecha y de la ultraderecha que no han logrado motivar al país con una propuesta que le resulte atractiva a los electores. Dado que la inmensa mayoría del pueblo ha dicho que rechaza la fórmula de la violencia que ha propuesto la derecha y la ultraderecha, entonces el camino tomado por el imperio ha sido el de generar desestabilización a través del cerco económico que nos impide acceder a alimentos, medicinas y créditos internacionales en condiciones normales.
La situación de dificultades es pues económica, pero no política. Por eso en el video que registra el momento del atentado no se ve ni un solo General, ni un solo sub-oficial, ni un solo integrante de la tropa, a nadie del estamento militar, pero tampoco a nadie de los altos mandos de los distintos poderes del Estado, sublevarse contra el Presidente o contra el gobierno. Nadie acompañó, ni en ese momento ni después, la aventura de ese pequeño grupo de terroristas. Con lo cual queda en evidencia una vez más que la tesis o el expediente de la supuesta dictadura o crisis política que habría en Venezuela es completamente falso.
Para el lector europeo que se interroga sobre las implicaciones que este atentado pueda tener para nuestro futuro a corto y mas largo plazo, ¿cómo visualiza los próximos tiempos de la Revolución Bolivariana, el legado del Presidente Chávez y las eventuales acciones de la oposición extremista venezolana?
Cuando se trata de acciones orquestadas desde el Departamento de Estado norteamericano contra un país soberano como el nuestro en función de la absurda idea de la dominación planetaria que los Estados Unidos asume como doctrina, es lógico suponer que no hay puntada sin dedal, como reza el dicho español. La oposición, por mucho que algunos de sus líderes estén involucrados en la acción terrorista, no es, definitivamente, quien ejerce el mando en los planes contra el gobierno revolucionario, dado el derrumbamiento político, como dijimos, que ha protagonizado.
Es muy probable que, previendo un eventual fracaso, como en efecto sucedió en esta operación fallida, haya habido un componente exploratorio para afinar planes con un mayor nivel de experticia y de precisión en una nueva oportunidad. La naturaleza burda y muy torpe de todo lo que rodeó a esa acción terrorista (tal como lo evidenciaron las pruebas y declaraciones a los terroristas detenidos recabadas por los cuerpos de seguridad del Estado desde el primer momento de los acontecimientos) no tiene otra explicación que la de cumplir una función de “bala trazadora”, utilizada en el ámbito militar para definir la trayectoria correcta del disparo.
Seguramente lo que se perseguía, si no se completaba la operación, era estudiar la capacidad de reacción de la seguridad del Presidente, el desempeño de los dispositivos, las estrategias y rutas posibles de evacuación, etc.
De ser así, es decir, que haya sido esa la explicación a tanta falta de veteranía y de nivel operacional, es lógico suponer la existencia de planes en curso para nuevas acciones de carácter magnicida contra el presidente Nicolás Maduro.
Sin embargo, hay que contemplar que los nuevos escenarios no van a ser nunca los mismos que aquel día. Por lo cual es muy factible que dichos planes vuelvan a estar signados por el fracaso.
En primer lugar, el adiestramiento de la Casa Militar (el cuerpo militar destinado específicamente al resguardo de la seguridad del presidente, de acuerdo a nuestras leyes) es hoy por hoy uno de los más completos y sofisticados del mundo. La experiencia acumulada en la confrontación contra la más poderosa potencia militar y de inteligencia del planeta, han sido más que una escuela para los integrantes de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana a lo largo de todo este periodo. El intercambio en operaciones conjuntas con ejércitos como el ruso o el chino, ha sido permanente. Lo que se ha traducido en un cúmulo de conocimientos y destrezas que han sido reconocidos internacionalmente en reiteradas oportunidades.
Ese primer factor, el de la alta capacitación de nuestra Fuerza Armada, es lo que ha determinado que los Estados Unidos no haya podido alcanzar su objetivo de acabar con la Revolución Bolivariana, como lo ha pretendido desde hace casi un cuarto de siglo.
El otro factor es la alta capacidad de movilización del pueblo venezolano en defensa de su soberanía, en primer lugar, y luego de su proyecto revolucionario. El pueblo venezolano ha estado en la calle de manera masiva desde la llegada misma de la Revolución diciéndole al mundo con el más alto nivel de conciencia y compromiso patrio que apoya el modelo inclusivo de justicia e igualdad social que le trajo al pueblo el Comandante Chávez y que hoy impulsa el presidente Nicolás Maduro.
Un modelo de transformación de la sociedad y del Estado en función de los pobres como nunca antes hubo en el país desde fundada la República hace más de dos siglos, y que ha beneficiado a millones con servicios gratuitos de educación en todos los niveles del sistema educativo, salud de calidad, sistema masivo de viviendas, de protección social a la gente de la tercera edad, a la juventud, a la mujer, etc.
Hoy ese pueblo ha salido de nuevo a la calle desde todos los rincones del país para gritarle al mundo que repudia con una sola voz el ataque a su presidente. Ese fenómeno de la movilización popular en respaldo a la Revolución Bolivariana, aunado al concepto de “unión cívico militar” impulsado por el Comandante Chávez y continuado hoy por el presidente Nicolás Maduro, que habla de una excepcional forma de cohesión entre el pueblo y la fuerza armada, es el que se ha reforzado más con el cobarde acto terrorista perpetrado en Venezuela el 4 de agosto.
Por eso, apoyado en la solidez de esa unión cívico militar, el escenario previsible para el país en el futuro, no es otro que el de la consolidación de la paz (alcanzada desde hace un año con la elección de la ANC) y la recuperación económica que está en marcha con las contundentes medidas anunciadas por el primer mandatario para ser emprendidas los próximos días, y que comprenden una importante reconversión monetaria, un relanzamiento de nuestro potencial económico en el ámbito petrolero, y una reestructuración completa del sistema de protección social y de subsidios del Estado a la producción nacional y al consumo de alimentos y medicinas.
Por supuesto, esa profundización del modelo de independencia y soberanía, enardecerá cada vez más al imperio, por lo cual la naturaleza de la confrontación será cada vez más una confrontación de Estados Unidos contra el mundo. Porque la agresión que hoy se lleva a cabo contra Venezuela no es sino el intento de imponer un nuevo orden mundial signado por la arbitrariedad, la prepotencia y el desprecio al derecho internacional que caracterizan la forma de actuar del imperio. De ahí las múltiples expresiones de solidaridad y apoyo recibidas por el Presidente Maduro por parte de infinidad de mandatarios, organismos internacionales y gobiernos del mundo al producirse el atentado contra su vida.
El planeta entero ha visto con una gran crudeza la posibilidad de verse en cualquier momento convertido en objetivo de la misma atrocidad que adelante hoy el imperio contra Venezuela. Entonces, esa solidaridad, que viene a ser también un freno que irá conteniendo cada vez más las pretensiones de intervención contra nuestro país, formará parte sin lugar a dudas del nuevo escenario que se avizora en la coyuntura venezolana.
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Mientras realizábamos estas entrevistas, en Caracas se ampliaban las informaciones, apoyadas en videos, audios, confesiones y delaciones de sus autores materiales detenidos, intercambios telefónicos durante la operación del atentado e identificaciones de autores intelectuales.
¿Y después? Para los autores materiales e intelectuales del atentado, llegará el tiempo de rendir cuentas ante la Justicia. Probablemente, en su acostumbrado estilo, se presentarán al mundo como “opositores pacíficos y perseguidos políticos”.
¿Y ahora? Desde la fecha del atentado ya se multiplican, en Caracas y la provincia, manifestaciones populares de apoyo al Presidente Maduro para dejar claro que lejos de inspirar miedo en la población, este atentado ha reafirmado el sentimiento de lucha y resistencia. Las fuerzas revolucionarias seguirán más firmes que nunca en su objetivo de un nuevo mundo posible, un mundo con más igualdad, justicia y paz. La consigna sigue la misma que antes del atentado : “La lucha sigue”, una consigna que pronto celebrará sus veinte años. Este atentado contra el Presidente Maduro pasará a la historia como un acto más entre cientos de otros que incluyeron golpe de estado, paro petrolero, paro empresarial, atentados, manifestaciones violentas y las reiteradas amenazas de Washington, Bogotá, Madrid y el Parlamento Europeo.
En resumen, el atentado reforzó la unión del pueblo revolucionario y su respaldo al Presidente Maduro. También parece indicar que la oposición venezolana sigue subestimando el pueblo por no tomar en cuenta la lección histórica del 11 de abril 2002 cuando logro con éxito un golpe de estado, derroco al Presidente Hugo Chávez, lo arresto y lo deporto; pero fue un éxito efímero de solo 47 horas frente a la firmeza del pueblo que invadió pacíficamente las calles para exigir y lograr el retorno de su Presidente.
Sobre el atentado, en solo dos semanas la población venezolana supo que:
. Presentado como atentado contra el Presidente Maduro, la realidad es que de haberse logrado, había producido la muerte también de la esposa del Presidente, gran parte del gabinete ejecutivo, del alto mando militar, de altas autoridades y hasta de representantes del cuerpo diplomático.
. Se detuvieron varios de los autores materiales y se identificaron implicados prófugos en el extranjero.
. Se revelo la identidad de varios de los autores intelectuales.
. Se informó que los drones eran piloteados desde los Estados Unidos.
. Se pudo ver y escuchar un periodista en los EEUU que públicamente e impunemente en television, informaba que conocía con anticipación del atentado, informaba que no dudaba que los servicios de inteligencia de Washington estaban también informados y por su parte en vista del fracaso del atentado se ofrecía a suministrar otro drone a la oposición venezolana.
Pero estas informaciones aunque importantes ya pasaron al segundo plano porque lo esencial y primordial son las motivaciones que han podido inspirar el atentado a sus autores intelectuales y sus cómplices.
Dos semanas después, lo que en estos momentos se desarrolla en Venezuela lo puede explicar mejor.
Hay que recordar que en el preciso momento del ataque del drone, el Presidente Maduro en la tribuna declaraba “El 20 de Agosto he activado la reconversión monetaria y la reconversión económica para buscar una nueva estabilidad, para buscar una nueva situación, para recuperar la capacidad adquisitiva, para recuperar los equilibrios económicos, macro económicos y macro sociales del país. Ha llegado la hora de la recuperación económica (explosión de un drone) y necesitamos….”. A 500 metros de la tribuna presidencial otro drone, por lo visto descontrolado, se estrellaba contra un edificio.
Dos semanas después del atentado, el Presidente Maduro implementa medidas radicales como una reconversión monetaria, excluir el dólar de la economía del país dando por referencia a la nueva moneda venezolana (BS. Bolívar Soberano), con referencia al Petro (con valor y respaldado por un barril de petróleo y su cotización en el mercado mundial), nuevos salarios y control de precios para proteger el pueblo de la guerra económica.
Claro, con el éxito el atentado, hoy nada de esto estaría pasando en Venezuela.
Como casi siempre, es el móvil lo que permite descubrir el autor de un crimen o su tentativa.
¿A quién iban a afectar principalmente las nuevas medidas económicas que anunciaba el Presidente Maduro?
Por una parte a las verdaderas mafias que desde 4 años extraen de Venezuela para sus reventas en Colombia enormes cantidades de mercancías, incluidos víveres de la alimentación básica, lo que incentiva la especulación.
Solo dos otros ejemplos: millones de litros de gasolina venezolana pasan ilegalmente a Colombia, siendo además un ingrediente necesario para los laboratorios del narcotráfico. El litro comprado a un bolívar (moneda venezolana) se revende a un dólar el litro, cuando el cambio bolívar/dólar es 1/5.921.486 (19/08/2018), un cambio ficticio establecido desde Miami por el Portal DolarToday. En Cúcuta, ciudad fronteriza colombo-venezolana, operan centenas de casas de cambio que, por un decreto del Gobierno colombiano, son autorizadas a fijar un libre cambio entre las monedas. En Cúcuta se compran billetes venezolanos de alta denominación, hasta 4 veces su valor, lo que produce un fuerte desabastecimiento de estos billetes en Venezuela, al punto que para muchas compras el precio es muy inferior en caso de cancelar en efectivo y no con tarjetas de debito.
Por otra parte, a los venezolanos opositores radicados en EEUU desde donde, por el Portal antes mencionado DolarToday, imponen a diario el cambio ficticio bolívar/dólar destinado a colapsar la economía venezolana, para una verdadera guerra económica para la cual cuentan con el apoyo declarado de Washington.
En este panorama no se debe ignorar las relaciones entre Colombia y Estados Unidos. Son las del más grande productor mundial de cocaína con el mayor consumidor. Son también siete bases militares que EEUU implanto en Colombia, bajo el pretexto del control del narco tráfico pero en realidad destinadas al control del Continente Latinoamericano por el Comando Sur establecido en Florida. Hace tiempo que el senador estadunidense Robert “Bob” Dole expreso en el Senado que “El control de Venezuela pasa por la ocupación militar de Colombia”.
En cuanto a las relaciones entre Venezuela y Colombia son de muchas índoles. Son históricas, ya que Colombia es uno de los países latinoamericanos que deben su independencia de la dominación española de la época colonial al Libertador venezolano Simón Bolívar, aunque posteriormente Colombia lo traicionaría. También contemporáneas, ya que Venezuela es una tierra de asilo para unos 6 millones de colombianos que huyeron la guerra civil de 60 años en su país. En el presente, Venezuela sufre de las infiltraciones del paramilitarismo colombiano.
Al binomio Washington-Bogotá lo siguen aliados de América Latina y la Unión Europea, porque cuando se habla de Venezuela hay que recordar que se trata de la más grande reserva mundial de petróleo y muchos otros recursos naturales envidiables. También se trata de un país progresista que desde dos décadas vive una revolución impulsada por Hugo Chávez, lo que otras naciones consideran un mal ejemplo para sus poblaciones.
Todo esto puede explicar el afán de eliminar, sea como sea, el Presidente de Venezuela y sus líderes actuales.
¿Y ahora? El atentado en grado de frustración del 4 de Agosto paso a la historia. Su después ya es ahora. Es la batalla anunciada por el Presidente Maduro iniciada el 20 de Agosto en el frente de la guerra económica.
Una batalla de una guerra entre fuerzas desiguales. Por un lado, un pueblo llevado a una situación de sobrevivencia para la cual le cuesta en lo cotidiano conseguir lo mínimo básico, para inclusive alimentarse, situación producida por traficantes, acaparadores y comerciantes inescrupulosos que aprovechan la oportunidad para lograr beneficios que algunos han llevado hasta un diez mil por ciento.
Por otra parte, los de una clase alta acomodada que no sufren de desabastecimiento por tener desde tiempos remotos sus recursos protegidos en divisas extranjeras. Para ellos, cuanto más se desploma la economía de su propio país, más ricos se encuentran. Además tienen por aliados grandes potencias que escribieron en la historia universal de la humanidad sus invasiones, ocupaciones y guerras contra pequeñas naciones para apoderarse de sus bienes o territorios.
La guerra es contra Venezuela, una pequeña nación históricamente pacifica por excelencia, que en su historia desde su independencia jamás declaro ninguna guerra ni invadió a ninguna otra nación.
Las armas del agresor son las de grandes potencias militares y de estrategias económicas, mediáticas y psicológicas manejadas desde laboratorios. Las armas de defensa del pueblo venezolano y sus líderes son el patriotismo y las convicciones ideológicas de millones de ciudadanos “preparados, entrenados y organizados” para transformar esta guerra en una guerra de resistencia prolongada de todo un pueblo. Preparados, entrenados y organizados es el lema de la Milicia Bolivariana que, creada para la defensa del territorio, tiene por meta contar en sus filas un millón de milicianos.
A todas luces, la bandera del agresor es la bandera de Estados Unidos liderando sus aliados.
Pero no se debe despreciar que a pesar de sus declaraciones más ponderadas, otras grandes potencias pueden jugar un papel preponderante en la desigualdad de esta guerra. No es por casualidad que actualmente un buque hospital arbolando el pabellón de China navega hacia las aguas territoriales de Venezuela y que se anunciaron próximas maniobras aeroespaciales conjuntas entre Rusia y Venezuela.
Por ahora y por después, frente a las medidas económicas, es probable que la minoría opositora extremista por tratará de implementar cualquier tipo de acciones para tomar el poder con sus antiguos privilegios y seguirá contando con el apoyo de grandes potencias pendientes de la oportunidad del botín.
En esta guerra que continuará faltan muchas batallas para librar.
Fuente : Investig’Action