América Latina en Resistencia: ‘Muerte Cruzada’ en Ecuador

Editorial / Inestabilidad asegurada

 

El pueblo ecuatoriano volverá a las urnas el próximo 20 de agosto. Esta fue la fecha determinada por el Consejo Electoral de Ecuador para las elecciones legislativas y presidenciales anticipadas, después que el presidente Guillermo Lasso disolvió la Asamblea Nacional para evitar un posible “impeachment.”

Si necesaria, la segunda vuelta tendría lugar el 15 de octubre.

Lasso invocó, por primera vez en la historia de Ecuador, la llamada «muerte cruzada» a través del artículo 148 de la Constitución, que confiere al presidente la potestad de disolver el órgano legislativo por una sola vez por tres causales: cuando la Asamblea se hubiere arrogado funciones que no le corresponden, por obstrucción al plan nacional de desarrollo o por grave crisis política y conmoción interna.

Lasso ganó las elecciones presidenciales en abril de 2021, pero su mandato ha estado marcado por polémicas y escándalos políticas. El parlamento inició una investigación malversación de fondos  relacionada con un contrato en la empresa estatal de transporte de petróleo Flopec. Con un inminente juicio político y sin los votos suficientes para impedir su destitución, Lasso decidió “apretar el botón”.

El poderoso banquero, fuertemente conservador, permanecerá en el cargo y gobernará por decreto hasta que se elija a su sucesor y una nueva legislatura. Justificó su decisión alegando que hay una “»grave crisis política y conmoción interna” y que tomó “la mejor decisión posible”.

El ejército, la policía y el sector empresarial se han mostrado a favor del presidente. Mientras que la oposición sostiene que el mandatario solo busca obstruir el juicio político en su contra y evitar ser censurado. La aprobación del actual mandatario, según la encuestadora Perfiles de Opinión, es de apenas 12,96%, y el 85% de los encuestados desaprobó de su gestión en el palacio presidencial.

Acorralado, Lasso optó por “sacrificarse” y ya anunció que no será candidato en los próximos comicios. En su partido (CREO) se ha identificado más de una docena de posibles candidatos. Habrá que ver en quien depositará sus esperanzas el establishment ecuatoriano.

Las elecciones venideras tienen la particularidad de que no darán lugar a nuevos mandatos presidenciales y legislativos, sino que las personas escogidas simplemente terminarán los mandatos en curso antes de nuevas elecciones “regulares” en 2025. En ese sentido, quien resulte ganador tendrá una ventana de menos de dos años para gobernar.

Los diferentes partidos deberán definir sus candidatos presidenciales y legislativos en los próximos días. La campaña electoral será también más corta, durando apenas 15 días en vez de los 45 para los comicios normales.

Si en el actual partido de gobierno no hay claridad, la situación es similar en la oposición. La Unión por la Esperanza (UNES), coalición donde participan las fuerzas “correístas” (alineadas con el ex-presidente Rafael Correa), tenía la facción más grande en el parlamento y viene de un excelente resultado en las recientes elecciones locales y regionales.

La prensa adelanta que la UNES podrá volver a lanzar al economista Andrés Arauz (derrotado por Lasso en 2021) o la ex-diputada Luisa González, que ha recibido el apoyo del propio Correa. Es una oportunidad de oro para la izquierda ecuatoriana volver a la presidencia, pero en condiciones complicadas: una economía en situación delicada y un mandato muy corto.

La gran incógnita sigue siendo el movimiento indígena, cuyo representante más importante es la CONAIE y su partido político Pachakutik. En 2021, su candidato Yaku Pérez estuvo a pocos votos de avanzar para la segunda vuelta. Pérez ya anunció su deseo de volver a postularse, pero ya no cuenta con el apoyo de la CONAIE.

La poderosa organización en un primer momento anunció la candidatura de su líder actual, Leonidas Iza, antes de retroceder, retirando la candidatura y anunciando que no declarará su apoyo a ningún contrincante.

Aunque la situación puede cambiar, el movimiento indígena ecuatoriano se encuentra en una encrucijada. En varias ocasiones ha demostrado su fuerza en el tablero político, pero sigue sin asumir una participación plena. En parte se debe a la permeación de organizaciones no gubernamentales (ONGs), que hacen que sea más cómoda una posición defensiva en la oposición que asumir responsabilidades políticas directamente.

Con escenarios muy poco predecibles, lo cierto es que Ecuador enfrenta un período turbulento, con un escenario político fragmentado, un presidente neoliberal gobernando por decreto, y un gobierno+parlamento entrante con un mandato muy corto.

 

Breves

 

Perú / Congreso autoriza ingreso de tropas extranjeras

 

Tropas estadounidenses. (@CaptCoronado)

El Congreso de Perú aprobó un proyecto de resolución legislativa que autoriza el ingreso de tropas militares de EE.UU. del 1 de junio al 31 de diciembre.

Con 70 votos a favor, 33 en contra y cuatro abstenciones, el pleno del Parlamento avaló esta medida que fue repudiada por las bancadas de izquierda.

El encargado de justificar el texto fue el legislador Alfredo Azurín, quien señaló que el personal de EE.UU. realizará actividades de «cooperación y entrenamiento» con las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.

Igualmente, el congresista aseguró que la entrada del destacamento estadounidense «no tiene como objetivo implementar alguna base militar extranjera en el territorio peruano y no afectará la soberanía nacional».

 

Argentina / Irregularidades en el préstamo del FMI

 

La Auditoría General de la Nación (AGN) argentina aseguró que el préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) al expresidente Mauricio Macri está repleto de irregularidades e “impactó de manera adversa en la estructura de la deuda y sus riesgos”.

Entre los principales hallazgos, destaca la omisión en la aplicación de los procesos específicos para préstamos multilaterales, la inexistencia del dictamen del Banco Central de Argentina sobre el impacto de la operación en la balanza de pagos y la firma del Acuerdo por parte de funcionarios sin facultades legales para hacerlo.

Según el estudio, el acuerdo suscripto, de casi 57 mil millones de dólares, representó 127 veces la capacidad de endeudamiento del país.

 

Chile / Congreso aprueba ‘royalty minero’ 

 

Congreso de Chile.

El Congreso de Chile aprobó  el proyecto de ley conocido como ‘royalty minero’, una iniciativa del Gobierno que busca modificar los impuestos que pagan las grandes empresas del sector.

La medida modifica la carga fiscal para la explotación de cobre y litio y establece la distribución de recursos por 450 millones de dólares a gobiernos regionales y municipios de todo el país.

La nueva legislación establece una carga tributaria potencial máxima diferenciada de acuerdo al nivel de producción de cada gran empresa de la minería.

El proyecto fue aprobado por 101 votos a favor, 24 en contra y tres abstenciones en la Cámara de Diputados.

 

Perú / Protestas y huelgas continúan

 

Diferentes organizaciones sociales peruanas se mantienen en pie de lucha contra el gobierno de Dina Boluarte, que tomó el poder luego del golpe parlamentario contra el ex-presidente Pedro Castillo.

En la pasada semana, colectivos del departamento de Puno convocaron a una huelga de 24 horas, con una paralización de actividades comerciales y bloqueos a las principales vías de comunicación. Los manifestantes exigen la demisión del gobierno y la realización de nuevas elecciones legislativas y presidenciales.

Puno ha sido de las regiones más reprimidas en las protestas de los últimos meses. Boluarte ordenó el despliegue de 4000 policías en respuesta a las más recientes acciones de lucha.

 

América del Sur / Cumbre de presidentes en Brasilia

 

Cumbre en Brasilia (Ricardo Strucker)

El presidente brasileño Luis Inácio “Lula” da Silva reunió a los presidentes de suramérica en un encuentro para acelerar la integración regional. El mandatario planteó la creación de un plan en los próximos 120 días.

Los diferentes líderes presentes tuvieron una posición cohesionada respecto a la creación de mecanismos de unión e intercambio por encima de “diferencias ideológicas.” Uno de los temas centrales fue la posibilidad de una moneda regional para reemplazar el dólar en el comercio.

Luego de la reunión, Gustavo Petro anunció el regreso de Colombia a la UNASUR. Tanto Brasil como Argentina habían anunciado su reingreso en la organización regional en las últimas semanas.

 

Entrevista

 

Paraguay / Lautaro Rivara: «La debilidad de la izquierda en Paraguay es estructural»

 

Las recientes elecciones en Paraguay resultaron en una nueva victoria para el Partido Colorado. Lautaro Rivara, periodista, estuvo en el terreno durante el proceso, y en esta entrevista nos habla del contexto político en esta nación suramericana, la debilidad de la izquierda y el ascenso de la extrema derecha.

Paraguay acaba de celebrar elecciones presidenciales y legislativas, y a primera vista lo que sobresale es la hegemonía del Partido Colorado. ¿Cómo describirías a vuelo de pájaro el tablero político en el país después de estos comicios?

Las elecciones del 30 de abril en Paraguay arrojaron de alguna manera señales y tendencias contradictorias. Si por un lado se constató la tendencia regional a la consolidación de nuevas y extremas derechas emergentes con los casi 23 puntos obtenidos por Cruzada Nacional, el partido de Payo Cubas, a la vez estos comicios marcaron la consolidación del más tradicional de los partidos políticos del país: el Colorado, que se llevó una muy holgada victoria, con más de 15 puntos de ventaja. Entonces podemos decir que 2 de cada 3 electores optaron por candidaturas y partidos de derecha y extrema derecha. Más aún si consideramos que la Concertación Nacional también incluyó fuerzas de derecha.

Si vemos el escenario a nivel de parlamentarios o de gobernaciones, la consolidación de la hegemonía conservadora es todavía más notoria: 15 de los 17 departamentos del país serán conducidos por el Partido Colorado que además tendrá por primera vez en su historia una mayoría propia y automática en las dos cámaras legislativas. Por último, si vemos que sucedió con las izquierdas y progresismos, el Frente Guasú va a ver reducida enormemente su representación parlamentaria pasando de 7 senadores a tan solo una senadora electa, Esperanza Martínez, exministra de salud del gobierno de Fernando Lugo. El Frente Guasú atraviesa un claro riesgo de dispersión tras haberse dividido entre dos candidaturas presidenciales, dos orientaciones que fueron igualmente derrotadas en estos comicios.

Mientras la tendencia reciente en el hemisferio ha sido de avance (o repunte) de las fuerzas progresistas, Paraguay ciertamente ha sido una excepción. ¿Qué explica la debilidad de la izquierda en el país, tanto a nivel coyuntural como estructural?

Para entender la situación de las fuerzas progresistas de Paraguay, hay que ver la historia, la situación del país en su contexto regional y hemisférico.  Ya en la primera oleada progresista de comienzos de siglo, si bien Paraguay conquistó un gobierno de características progresistas como fue el de Fernando Lugo, este gobierno llegó al poder por una división del Partido Colorado que seguía incluso en esos años teniendo la mayoría de los votos y una hegemonía muy consolidada a través de un aparato de partido-Estado que tiene una capilaridad y una territorialidad como realmente pocas formaciones han conseguido en la historia contemporánea.

En este sentido, la debilidad de la izquierda es un fenómeno estructural. El tradicional movimiento campesino paraguayo, sin duda el movimiento más poderoso y con más capacidad de movilización, ha sido realmente golpeado por la expansión del agronegocio y los procesos de activa descampesinización que han expulsado a decenas de miles de campesinos, campesinas y pueblos indígenas desde las zonas rurales del país hacía Asunción y otras grandes ciudades. También hay que decir que el avance de las narcoestructuras ha sido particularmente notable, incluso en regiones donde la presencia estatal es prácticamente nula y la territorialidad es absolutamente copada y dirigida por estructuras narcotraficantes paraestatales

Entones es una debilidad estructural, más allá de los errores y vacilaciones en las izquierdas del país que no fueron capaces de articular para expresar una voz alternativa a los partidos tradicionales. Si la izquierda será capaz o no de reunificarse en los años por venir tendrá que ver seguramente con la posibilidad de saldar la profunda brecha entre las izquierdas urbanas y las rurales de este país y la búsqueda de un nuevo liderazgo. Fernando Lugo, una figura todavía carismática y muy pero muy bien ponderada en el país, hoy está gravemente enfermo y sin la capacidad real de unificar o conducir a las fuerzas progresistas. Si esta figura será Esperanza Martínez o algún referente campesino es algo que los propios movimientos tendrán que resolver.

Un fenómeno, que con matices se ha vuelto cada vez más común, es la emergencia de “outsiders” de extrema-derecha, en este caso Payo Cubas. ¿Cuál es tu lectura, a un nivel más global, del surgimiento de este tipo de fuerzas políticas? ¿En qué medida se prestan para re-oxigenar el proyecto neoliberal?

Respecto a Payo Cubas hay que decir que este fenómeno es bastante complejo, con características muy específicas vinculadas a la excepcional estructura social e historia del Paraguay. Lo digo porque quizás su figura ha sido comparada de manera improcedente con otros liderazgos conservadores como el de Mauricio Macri en Argentina, Jair Bolsonaro en Brasil o Nayib Bukele en El Salvador. Es esta última figura la más enunciada y mencionada como referente por el propio Payo Cubas quien ha capitalizado el hartazgo histórico frente a la estructura tradicional del Partido Colorado y también de los demás partidos.

Si hacemos algunas cuentas rápidas, vamos a ver que la  figura histriónica y la candidatura de Cubas no recoge solo sectores de ultraderecha y ultraconservadores sino que también muchos votos progresistas y de izquierda. Creo que también hay un cansancio muy claro respecto a un sistema electoral como el paraguayo, que es uno de los más falibles e irregulares de todo el continente. Yo pude asistir a las diferentes actividades organizadas por la justicia electoral de Paraguay y puedo dar fe de que ese sistema hace agua por todos lados y quienes acompañamos los centros de votación el día de las elecciones pudimos constatar decenas de microfraudes cometidos que explican, en parte por lo menos, este resultado electoral.

El propio Cubas y otras fuerzas políticas están denunciando no solamente estos microfraudes sino también una probable manipulación del software electoral el cual no ha sido auditado. Pero incluso hay diferencias notables entre los datos del conteo rápido y las actas en todo el país. Por otro lado, obviamente Cubas expresa en su discurso y en su programa elementos ultraconservadores, reaccionarios y misóginos pero que también ha sido capaz, como otras figuras de la derecha regional, de interpelar un fuerte rechazo nacional-popular a la presencia política, económica y cultural de Brasil en el país y también por supuesto con discursos claramente racistas y xenófobos con respecto a la migración. Pero no podemos reducir su discurso y su base electoral a pasiones tristes o sentidos comunes ultraconservadores sino que hay algo del sentimiento nacional-popular que también está siendo eficazmente movilizado por un candidato con una presencia muy fuerte en redes sociales. Yo pude acompañar algunas de estas movilizaciones y puedo decir que no se trata de una base social de clase media o clase alta, entre sus partidaros hay masas trabajadoras y clases medias bajas fuertemente pauperizadas por las últimas décadas del modelo neoliberal.

 

Cuadro de la Batalla de Pichincha.

 

Venas abiertas / Antonio José de Sucre

 

Conocido como “Gran Mariscal de Ayacucho”, Antonio José de Sucre fue una de las principales figuras de la gesta independentista en América Latina.

Oriundo de Venezuela, Sucre acompañó a Simón Bolívar en su “Ejército Libertador”. Más tarde asumió el liderazgo en diferentes campañas de liberación en el continente y logró importantes victorias frente al imperio español.

Entre sus principales hitos, Sucre lideró al ejército independentista en la Batalla del Pichincha del 24 de junio de 1822, liberando a la República del Ecuador, antes de ejercer como presidente de Bolivia y gobernador de Perú. Fue asesinado el 4 de junio de 1830.

 

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Fuente: Investig’Action